A propósito de la película «Figuras ocultas»

23 febrero 2017

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Me ha gustado mucho la película Figuras ocultas. Es una película amable que se deja ver fácilmente. Trata sobre el papel que tuvieron en la NASA las mujeres negras de color en plena carrera espacial por poner el primer hombre en órbita.

Uno de los temas que aborda es la discriminación racial. Aunque la constitución abolió la esclavitud y reconoció la igualdad, se mantenía en muchos estados una política de segregación. Así, había baños para blancos y baños para negros. Esta política de segregación fue considerada constitucional por el Tribunal Supremo de Estados Unidos en la famosa sentencia Plessy vs. Ferguson de 1896, en la que se estableció la famosa doctrina «iguales pero separados».

El otro tema que me ha interesado es el de los cambios tecnológicos. La película comienza en una época previa a la existencia de los ordenadores, en la que los cálculos matemáticos se realizaban a mano por personas, muchas de ellas mujeres negras. Pero la NASA ha comprado un ordenador IBM que ocupa toda una enorme sala y que pone en peligro el trabajo de las mujeres calculadoras negras. En la película resuelven el problema aprendiendo a programar el ordenador.

En la actualidad, google es como el IBM. Ya no es un problema la búsqueda de la información. Pero creo que hay cuestiones en las que todavía google no es una amenaza. En primer lugar, en la búsqueda de información de calidad, estableciendo qué información es relevantes y situándola en un contexto más amplio. También se puede llevar a cabo un juicio crítico sobre la información. Y por último está la capacidad de identificar problemas y de resolverlos. Estas son cuestiones que deberíamos enseñar a los estudiantes.


Puedes empezar un proyecto de vida jurídico crítico desde ya

24 junio 2015

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Duncan Kennedy plantea muy bien la cuestión: «Si quieres un proyecto de vida a largo plazo de trabajo contra los perjuicios, el daño y la opresión, ir a la facultad de derecho es una forma de encontrarlo»; también menciona que «los abogados progresistas hacen cosas interesantes, éticas y políticas en todas las áreas» de la vida social (en la introducción a la publicación en 2004 de la edición crítica de Legal education an the reproduction of hierarchy. A polemic agains the system).

Si estás pensando cursar estudios jurídicos, este aspecto podría ayudarte a tomar tu decisión. Conozco a alguna estudiante que se decidió a estudiar derecho con el propósito de ayudar a mejorar el mundo. Y eso es algo que se puede trabajar desde muchos ámbitos jurídicos, por ejemplo dentro del derecho administrativo: protección del medio ambiente, derechos de los extranjeros, represión de movimientos sociales, pobreza y exclusión social,…

Si ya estás estudiando derecho, creo que una parte fundamental de este proyecto ha de ser alcanzar el mejor manejo posible de la técnica jurídica. Esto se consigue a base de estudio y de realizar muchos casos prácticos. Es muy importante porque es la base para poder hacer otro tipo de cosas más interesantes tanto durante tus estudios como una vez terminados. Pero es algo que me parece que suelen descuidar los estudiantes más combativos. Piensa que tener unos buenos esquemas mentales sobre cómo funciona el derecho te ayudará en tu trabajo de abogado y no hay mejor momento para forjar esos esquemas mentales que cuando estás estudiando en la facultad.

Durante los estudios, como elemento de motivación y también de aprendizaje, te deberías plantear realizar algún tipo de voluntariado jurídico (sobre esto escribí una entrada hace tiempo). Te aportará sentido de la realidad y también te verás obligado a aprender muchas cuestiones por ti mismo. Además serás consciente de la trascendencia práctica que puede tener lo que estudias en la facultad. Si tienes la suerte de que en tu universidad hay algún tipo de clínica jurídica eso te facilitará mucho tu voluntariado jurídico.

Aprovéchate de la nuevas tecnologías y sigue blogs jurídicos con cierta asiduidad. De esta forma podrás ver cómo se analizan problemas actuales desde un punto de vista jurídico. Por recomendar algunos: en derecho administrativo «No se trata de hacer leer» de Andrés Boix Palop y «Contencioso.es» de J R Chaves; sobre derecho constitucional «El derecho y el revés» de Miguel Ángel Presno Linera; en materia de derecho laboral «Según Antonio Baylos»; y, por último «Almacén de derecho», coordinado por el mercantilista Jesús Alfaro pero que no se limita al derecho mercantil sino que pretende cubrir todas las materias. Twitter también puede ser una alternativa, aunque es un instrumento que no favorece la argumentación matizada, algo que es fundamental para convertirse en un buen jurista.

Tampoco está de más que acudas a alguna jornada en la que se analice el derecho desde un punto de vista crítico. Por ejemplo, las que en Madrid organiza la Asociación Libre de Abogados (los puedes seguir en Twitter en @AlaAbog). Muchas de estas jornadas son gratuitas y permiten la asistencia de estudiantes. Y aprovecha todo lo que puedas las conferencias y las jornadas que se organicen en tu facultad, siempre que te resulten interesantes claro.

Por último, puedes buscar apoyo en algún profesor o profesora para plantearle cuestiones relacionadas con tu proyecto de vida jurídico crítico. Aunque se trate de profesores que no ejercen, como es mi caso, te podemos ayudar o, por lo menos, podremos aportarte otro punto de vista. Eso sí, para evitar malentendidos creo que es mejor que te dirijas a personas que no te estén dado clase y, por tanto, no te tengan que evaluar en ese momento.

Al fin y al cabo es tu vida, tú eres el protagonista, y puedes empezar desde ahora mismo a plantearte qué tipo de jurista quieres ser. Si me permites un último consejo, puede ayudarte a reflexionar sobre estas cuestiones el libro de Juan Ramón Capella El aprendizaje del aprendizaje. Una introducción al estudio del derecho publicado por la editorial Trotta (si puedes hazte con la última edición, la quinta, de 2009, aunque lo esencial está en cualquiera de las ediciones anteriores).


Ciutat Morta: el documental que tod@ estudiante de derecho debería ver

19 enero 2015


Enseñar y aprender a pensar por cuenta propia

29 noviembre 2014

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El historiador Josep Fontana señala en una entrevista «Pertenezco, digámoslo así, a una escuela en la que mis maestros me enseñaron que lo importante es que un historiador enseñe a la gente a pensar por su cuenta, no a contarle la verdad, sino hacerle desconfiar de todas las verdades adquiridas, estimularle a que piense por su cuenta.»

 

Este debería ser el objetivo principal de la enseñanza universitaria: tanto las docentes como los estudiantes deberíamos trabajar por lograrlo.

 


Feminismo y derecho: el derecho como campo para la acción feminista

5 noviembre 2014

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El número 27 de la revista Relaciones Internacionales incluye una entrevista muy interesante a Glenys Jesús de Checo, de la organización de derechos humanos Women’s Link WorldWide: «En torno al Derecho como campo para la acción feminista».

El punto de partida de esta organización es que «los tribunales de justicia son espacios válidos desde donde promover cambios sociales hacia la igualdad de género»; y que «para garantizar los derechos de las mujeres y las niñas la interpretación judicial adecuada requiere una perspectiva de género».

Glenys Jesús de Checo mantiene una concepción muy crítica del derecho. Para ella «el derecho es una estructura hecha para mantener el orden y para mantener los desequilibrios de poder y fundamentalmente para mantener ciertos desequilibrios, entre hombres y mujeres, entre diferentes etnias, entre diferentes sectores económicos…».

Por último, me ha gustado mucho la manera de enfocar la cuestión de si el derecho puede utilizarse como un instrumento de cambio social: «Siempre que se elige trabajar con el derecho tratando de encontrar la vocación emancipadora, se está en un riesgo permanente. Esa preocupación acerca de si yo puedo realmente cambiar las estructuras desde dentro de la propia estructura y utilizando sus herramientas, esa es una pregunta constante que planea el trabajo de cualquier organización, de cualquier trabajo de activismo. Yo creo que es una duda que no se puede superar y que no se puede resolver, si alguien me dice a mí que la tiene resuelta, yo lo o la felicito, de verdad. Es una apuesta que una hace, una apuesta estratégica además y en Women`s Link nosotras apostamos por trabajar estratégicamente con los tribunales. Esa es nuestra apuesta. Como tal, evidentemente, tienes que vivir revisándola. En algunos momentos te parecerá que es muy satisfactoria, que sí que es una vía factible, que obtienes resultados tangibles; otras veces te parecerá que no, pero es eso, es una apuesta de tratar de utilizar el derecho de manera estratégica para promover cambios y apostar a que el derecho sí que tiene o puede tener una vocación transformadora.»

Estas son algunas de las ideas que aparecen en la entrevista, más bien breve y muy clara, que merece la pena leer. Os dejo el texto y el link al número 27 de Relaciones Internacionales dedicado a «Feminismos en las Relaciones Internacionales, 30 años después».

En torno al Derecho como campo para la acción feminista

Relaciones Internacionales, número 27.


Autobombo: una propuesta de enseñanza jurídica crítica

25 julio 2014

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Me han publicado un artículo en el número 10, de junio de 2014, de la Revista Jurídica de Investigación e Innovación Educativa (REJIE). Se titula «Una propuesta de enseñanza jurídica crítica. Aplicación en la asignatura “Régimen jurídico de la actuación administrativa”».
He definido cinco ámbitos de trabajo para una enseñanza jurídica crítica (págs. 144 y 145):

1) Mostrar a los estudiantes que el derecho está marcado por una gran flexibilidad; su contenido es muy indeterminado. «El derecho es de goma», es una imagen que suelo utilizar en clase. En este sentido hay que poner de manifiesto que «el campo jurídico es un lugar de luchas»; luchas en lo que está en juego es determinar el significado del derecho y que se llevan a cabo según las reglas establecidas en el campo jurídico.

2) Poner en evidencia que el razonamiento jurídico no es neutral, sino que incluye valoraciones de tipo político-moral. Un hecho que la técnica jurídica contribuye a ocultar. La enseñanza jurídico crítica debe, por tanto, desvelar las opciones valorativas de carácter político y moral que conforman los conceptos que utilizan los juristas.

3) Explicitar los intereses materiales concretos que hay detrás de las normas y plantear los efectos reales, sobre la sociedad, que tiene la legislación. Desde un enfoque crítico, se trata de plantear qué tipo de necesidades priorizan las normas jurídicas, cómo distribuyen las normas los recursos de la sociedad y a qué clases sociales benefician o perjudican estas normas.

4) La valoración político-moral de las normas debe formar parte de la enseñanza del derecho; integrándose en la docencia de las asignaturas de derecho positivo.

5) También debe formar parte de la enseñanza del derecho, la posibilidad de plantear alternativas a la regulación legal y a las interpretaciones jurídicas dominantes. En un sentido más amplio, se trata de abrir a los estudiantes la posibilidad de que reflexionen sobre qué tipo de juristas quieren llegar a ser y qué papel pueden desempeñar dentro de la sociedad.

 

Una propuesta de enseñanza jurídica crítica. Aplicación en la asignatura «Régimen jurídico de la actuación administrativa»


Una sugerencia para mejorar vuestro aprendizaje durante el verano: leer y escribir

5 julio 2014

leer y escribir

 

Un par de cuestiones que suelo ver repetidamente en los trabajos que presentan los estudiantes tiene que ver con deficiencias en la redacción y en la estructura. Intuyo que en el fondo de ello se encuentran problemas relacionados con la comprensión lectora. Una capacidad en la que los estudiantes españoles no suelen brillar en los informes PISA. Leer y escribir es algo que saben hacer todos los estudiantes universitarios, las dificultades surgen cuando hay que trabajar con ideas complejas.

La sugerencia que os hago para mejorar en este aspecto es que dediquéis algo de tiempo durante el verano a leer y escribir. No os estoy sugiriendo que os pongáis a leer libros de derecho, ni a poneros a escribir documentos jurídicos. Leed y escribid sobre lo que os dé la gana, pero hacedlo todos los días.

En cuanto a la escritura, es suficiente con dedicar unos quince minutos al día. Podéis contar, por ejemplo, las cosas que habéis hecho en el día, escribiéndolo de forma sencilla. O, por qué no, abrir un blog sobre algún tema que os interese. No sólo mejoraréis la redacción, también iréis puliendo vuestro propio estilo de escritura.

Con leer una media hora al día también será suficiente. El verano es una buena época para leer novelas clásicas. Si podéis leer algún libro de ensayo o de filosofía, mucho mejor. Algo que tenga cierta complejidad os resultará de mucha ayuda. Recuerdo una época en que leí al filósofo Emmanuel Lévinas, comprendiendo bastante poco si tengo que ser sincero. Luego cuando me ponía a leer libros jurídicos me parecían de lo más simple, entendía todo lo que decían.

Así que ya tenéis tarea para este verano. No sólo os servirá para vuestro aprendizaje jurídico, sino también para vuestra vida.

 


Presupuestos para un aprendizaje jurídico crítico (1): desaprender la lección del conformismo

17 May 2013

«Pero primero pon toda tu alma en desaprender la lección del conformismo», es uno de los consejos que nos ofrece Juan Ramón Capella en El aprendizaje del aprendizaje (en el capítulo «Tus coeducadores principales»). Desaprender la lección del conformismo puede verse como una de las condiciones necesarias para poder desarrollar un aprendizaje jurídico crítico.

El conformismo tiene unas profundas implicaciones tanto individuales como sociales. Desde la perspectiva individual, y siguiendo a Erich Fromm en este punto (El arte de amar), la conformidad con el grupo es la forma más frecuente que utilizamos los seres humanos para resolver el problema de la existencia, es decir, el hecho de que somos seres conscientes de nuestra finitud y de nuestra soledad.

Socialmente, el capitalismo también favorece que las personas seamos acríticas, obedientes tanto en la producción como en el consumo. Porque este es el tipo de ser humano que requiere el sistema capitalista para poder seguir existiendo.

Desaprender la lección del conformismo, como plantearse un proyecto de aprendizaje jurídico crítico, no es fácil. Porque nadar contra corriente no lo es. Siempre habrá alguien que nos recuerde cuáles son las normas que rigen en nuestro ámbito social, pretendiendo ponernos en nuestro sitio. Empezando por los compañeros de clase, como señala Juan Ramón Capella.

Pero que no sea fácil no significa que sea imposible. De hecho no nos faltan ejemplos, como el recientemente fallecido José Luis Sampedro, para quien «Uno de los grandes problemas es que nos educan muy mal. Nos educan para ser productores y consumidores. Para ser súbditos, no para tener pensamiento propio».

Todo esto que os cuento se resume muy bien en el siguiente vídeo. Es una escena de la película «El club de los poetas muertos»; una peli de 1989 que merece la pena ver.


Una reflexión sugerida por El futuro es un país extraño

27 febrero 2013

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El historiador Josep Fontana concluye su último libro El futuro es un país extraño. Una reflexión sobre la crisis social de comienzos del siglo XXI con estas palabras:

«No se trata, sin embargo, de limitarse a resistir, sino que hay que aspirar a renovar lo que se combate. La lección de los campesinos que han pasado de la demanda de reformas a la formulación de nuevos programas agroecológicos, desarrollados en un entorno de cooperación, es un ejemplo aleccionador. La tarea más necesaria a que debemos enfrentarnos es la de inventar un mundo nuevo que pueda ir reemplazando al actual, que tiene sus horas contadas.»

Creo que los juristas también debemos contribuir a inventar un mundo nuevo, porque el derecho tendrán algún papel en ese nuevo mundo. A bote pronto se me ocurre, por ejemplo, exigiendo transparencia en la actuación de los poderes tanto públicos como privados y abriendo cauces para el control ciudadano de la actuación de tales poderes.


¿Derechos sin deberes? Por José Antonio Estévez Araújo

26 febrero 2013

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Recojo este texto de José Antonio Estévez Araújo, relacionado con el Libro de los deberes que ya he comentado brevemente en el blog. Y del que vuelvo a recomendar encarecidamente la lectura (esta vez después de haberlo leído).

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El 16 de febrero pasado tuvieron lugar medio centenar de manifestaciones en otras tantas ciudades españolas. Las manifestaciones fueron convocadas por las Plataformas de Afectados por la  Hipoteca. El manifiesto de convocatoria decía que estas acciones se realizarían «por el derecho a la vivienda». Los manifestantes reclamaban, pues, el reconocimiento de ese derecho. Uno podría preguntarse, sin embargo, ¿es que los manifestantes no saben que ese derecho ya existe? El artículo 47 de la Constitución española dice que «todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada». También la Declaración Universal de los Derechos Humanos y otros tratados internacionales reconocen el derecho a la vivienda. ¿Por qué reclaman algo que ya tienen?

Lo que ocurre es que los manifestantes saben que aunque el texto de la Constitución diga que se reconoce el derecho a la vivienda, este, en realidad no existe. El derecho a la vivienda no existe, porque nadie tiene el deber de proporcionar una vivienda a quien carece de ella. Como se señala en El libro de los deberes, el contenido de un derecho es el deber que otras personas o instituciones tienen de respetar o proporcionar el bien protegido por ese derecho. Para que un derecho tenga contenido, alguien tiene que tener el deber de satisfacerlo. Si no, ese derecho está vacío, aunque formalmente aparezca reconocido en un texto jurídico.

Los miembros de las Plataformas de Afectados por la Hipoteca o de Stop Desahucios están luchando para empezar a dotar de contenido al derecho a la vivienda. Es decir, están llevando a cabo una campaña para establecer deberes que hagan posible que todas las personas puedan disfrutar de ese bien básico. Esa campaña comprende, además de manifestaciones, actos de oposición a los desahucios, ocupación de sedes bancarias o campamentos frente a las entidades financieras. Se ha elaborado también una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), que ha recogido 1.400.000 firmas y que el Congreso ha admitido a trámite.

El caso de esta campaña es un excelente ejemplo del tipo de procedimientos que históricamente se han seguido para que fueran reconocidos nuevos derechos. Primero, es necesario generar consenso social en torno a la expectativa que se pretende que sea reconocida como derecho. Eso exige mucho trabajo de reflexión, de organización y de difusión. La aspiración tiene que ser formulada de manera precisa, tiene que ser dada a conocer y justificada, hay que crear instituciones y realizar acciones que la sustenten. Los defensores de la propuesta tienen que traspasar las barreras del campo político para conseguir que las instituciones estatales la tomen en serio. Esos son pasos que quienes luchan por el derecho a la vivienda han conseguido dar ya.

Si se alcanzan los objetivos contenidos en la ILP, el derecho a la vivienda dejará de ser un derecho vacío. No será un derecho pleno, pero empezará a tener contenido. Ese contenido está constituido por los deberes que la ILP pretende imponer. En primer lugar, el deber de que los bancos liquiden la deuda hipotecaria con la entrega de la vivienda (dación en pago). En segundo lugar, el deber de que los bancos no desahucien a las personas que no pueden pagar su hipoteca mientras dure la crisis (una crisis de la que esos mismos bancos son los causantes). En tercer lugar, el deber de que los propietarios de viviendas vacías (especialmente los bancos) pongan estos inmuebles a disposición de las personas mediante alquileres sociales. Estos deberes tienen que ser impuestos y garantizados por el estado para que el derecho a la vivienda empiece a tener algún contenido.

El derecho a la vivienda sólo tendrá un contenido pleno cuando el estado tenga el deber de garantizar que todos puedan tener acceso a la misma. Eso no se logrará por ahora, aunque es el horizonte final que se pretende alcanzar. Si la ILP llega a buen término se conseguirá que muchas personas que ahora tienen una vivienda no se vean privadas de ella por no poder pagarla. Se conseguirán también herramientas para luchar contra el sinsentido de la existencia de personas sin casas y casas sin personas. Son objetivos tremendamente importantes. La admisión a trámite de la ILP es un paso para conseguirlos. Pero será necesario mantener una intensa presión para que el parlamento finalmente la apruebe.