Un poema de Bertolt Brecht, «Loa a la dialéctica»

1 marzo 2013

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Con paso seguro marcha hoy la injusticia.

Los opresores se disponen para otros diez mil años.

El poder asegura: lo que es, persistirá como es.

Voz, ninguna llega, sino las de los dominadores

Y en los mercados, dice bien alto la explotación: Ahora

Llegó por fin mi hora.

Pero entre los oprimidos muchos dicen ahora:

Lo que queremos, no ha de venir jamás.

 

Quien aún siga vivo: ¡que no diga jamás!

Lo seguro, no es seguro.

Lo que es, no persistirá como es.

Cuando los dominadores hayan hablado

Hablarán los dominados.

¿Quién osa decir jamás?

¿De quién depende que persista la opresión? De nosotros.

¿De quién depende su quiebra? De nosotros, también.

Quien haya sido derrotado, ¡que se levante!

Quien esté perdido, ¡que luche!

¿Quién detendrá al consciente de su situación?

Porque los vencidos de hoy son los vencedores de mañana

Y del jamás, saldrá el todavía.

 

Traducción de Antoni Domènech


Ítaca, de Kavafis

22 julio 2010

Hace más o menos un año comencé este blog. Para celebrarlo ( je, je), y para coger fuerzas para el próximo curso os dejo este poema.

*  *  *

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

*  *  *

Recogido en Antología poética, Alianza Editorial, Madrid 1999, edición y traducción, Pedro Bádenas de la Peña.

Fuente: http://www.pixelteca.com/rapsodas/kavafis/itaca.html